OSCAR GUSSINYER
Realizar el Diploma de Permacultura ha implicado un proceso que ha durado varios años de coordinación de la comunidad de Permacultura. Ha sido un esfuerzo colectivo para conseguir tener nuestra propia academia de Permacultura autogestionada y poder evolucionar la perspectiva de la Permacultura desde la península y de manera comunitaria.
Yo he vivido este proceso como un sueño colectivo que se ha desarrollado de manera totalmente descentralizada, donde algunas personas se encargaron de desarrollar las convergencias, otras la asociación, otras las biorregionales y a nosotras nos toco la academia, empezando por cursar el diploma. ¡Cómo no iba a ser así, en mi experiencia de la Permacultura, si quieres algo lo tienes que construir tu misma!
Durante dos años las cuatro aprendices que empezamos y las tres que terminamos, fuimos un grupo de apoyo mutuo, para darnos ánimos, escucharnos y echarnos cables. Este proceso también genero lazos de amistad y respeto que perduraran durante mucho tiempo.
A mí me toco como tutor a Richard Wade, la verdad es que para mí es una autoridad en este campo, y le tengo mucho respeto y admiración, por lo que estoy muy orgulloso de que fuera Richard mi tutor.
Pero que voy a decir, me siento orgulloso de estar diplomado, siento que es algo que me he trabajado con compañeras de camino, un proceso muy distinto de entrar en una institución donde todo está preestablecido, y esto es lo que más valoro. Y lo más interesante es que cuando termine el diploma, simplemente empezó el camino. ¿Actualmente hay una academia para construir entre todas y descubrir que quiere decir ser diplomadas, que podemos hacer con esto, nos podemos formar más? ¿Cómo nos podemos organizar? ¿Cómo nos relacionamos con el resto de la permacultura a nivel internacional? ¡Aún hay mil preguntas que esperan respuesta, y cada una de estas se deben diseñar en un proceso co-creativo con otras permaculturas que lo único que quieren es diseñar y co-crear un mundo más empático, más justo y más regenerativo!
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